martes, 8 de marzo de 2011

Ejercicio para la sesión de Luis San Vicente jueves 10 de marzo

Servicios Gráficos.

Fotoarte e ilustración.


A) Identifica el texto correcto para generar una ilustración, fotoilustración o fotoarte segun el caso.


1)

El urbicidio en marcha


Protestas ciudadanas. A lo largo de la historia, el espacio público ha sido utilizado para protestar, pero en los últimos años algunas manifestaciones han sido llevadas al vandalismo o la barbarie, lo que afecta más al ciudadano que al poder


Protestar o manifestarse en las calles como parte de una lucha social representa un derecho ciudadano en las democracias, pero hoy la violencia, el vandalismo y hasta la barbarie han tomado las calles, muchas veces sin una motivación ideológica, señalan especialistas.

El escritor estadounidense Stephen Schwartz califica de urbicidio la toma del espacio público para la protesta y la manipulación política, por la forma en que ataca el patrimonio histórico de una urbe, como en el caso del Distrito Federal.

"La Ciudad de México, previamente considerada la encarnación de los problemas urbanos debido al hacinamiento y la contaminación medioambiental, actualmente se ha convertido en el ejemplo típico global del urbicidio mediante la manipulación política", señala.

Gilles Lipovetsky, filósofo francés, critica las formas de manifestación que terminan en fuego, vitrinas rotas o saqueos.

"En una democracia digna de este nombre ese tipo de cosas no son justificables".

Para el filósofo, las manifestaciones tienen como fin llamar la atención, hacerse escuchar, presionar para modificar leyes o costumbres, pero no para destruir, agredir o cometer actos vandálicos.

"Manifestarse no es el problema", agrega, "el problema viene cuando se pasa a la destrucción".

El pensador Michel Onfray asegura que actualmente existen casos de violencia nihilista y gratuita, de gente que sólo desea utilizar la violencia por la violencia, y no al servicio de una causa política, de alternancia o propuesta.

"La gente que destruye o que despedaza las cosas no tiene ningún proyecto político de reconstrucción, sólo quiere destruir", dice Onfray. "Esos actos no se cometen en nombre de una alternativa política".

Para el ensayista español Vicente Verdú, una manifestación es el reflejo de un descontento o de una reivindicación, pero la violencia deshace todo esto y lo convierte en un ataque contra el sistema, hay destrucción y también autodestrucción.

"La destrucción de bienes públicos es un acto de barbarie", agrega Verdú.

Sin embargo, para el filósofo Michel Maffesoli, el fenómeno obedece a una transfiguración política.

"En los lugares donde la política está muy aséptica, domesticada, racionalizada, se nota un retorno a las emociones colectivas, y en el marco de este retorno emocional está presente la violencia", asegura.

Maffesoli explica que antes las sociedades equilibradas tenían formas de catarsis, como el carnaval, las fiestas o los eventos de purificación.

"Deben canalizarse, ritualizarse las formas de violencia", añade, "si no encontramos los medios para expresar el mal que está en nosotros, éste se vuelve perverso y sanguinario".

En el caso del DF, señala Schwartz, marchas como las de los veracruzanos desnudos y semidesnudos representan un ataque a las sensibilidades de los capitalinos, especialmente a los niños de la Ciudad, más que al poder.

"Hoy en día vemos en la Ciudad de México una situación donde la presencia de la ley atrae la anarquía. Un tipo de guerra civil larga y lenta ha iniciado, quizá destinada a socavar el patrimonio histórico de la ciudad más sobresaliente en las Américas", expresa Schwartz.



2)


Un Vistazo

¿Una qué?

 
'Ping Ping' es una liger. Es decir, mitad lion (león) y mitad tigger (tigre). Su madre es un tigre de 6 años llamada 'Huan Huan', y su padre es un león llamado 'Xiao Erhei'. Es raro que en la naturaleza se puedan dar estas cosas, por eso estos animales de mezclas raras no pueden tener hijos. Lo mismo pasa con las mulas, que son mezcla de caballo y burro.

 
 
Entérate
 
Oyen, pero con las patas
 
¿Cómo es que los elefantes logran comunicarse entre ellos a miles de kilómetros?

Pues científicos descubrieron que sus patas son sensibles a la vibración que provocan los pasos de sus parientes, y así se comunican. ¿Qué tal?

Al parecer sus enormes orejas sólo les sirven para echarse un poco de aire y oír uno que otro chisme de la naturaleza.

 
 
3)


Crean nuevos dispositivos ópticos

Los nuevos materiales aumentarán las propiedades de absorción y emisión de la luz de los actuales detectores ópticos



Ciudad de México.-Un equipo de científicos mexicanos desarrolla microconos de silicio y multicapas de materiales metálicos y dieléctricos nuevos que son útiles en dispositivos ópticos y optoeléctricos.

Los investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana explicaron en un comunicado que la mayoría de los detectores de luz actuales son los fabricados de silicio, pero los nuevos materiales aumentarán sus propiedades de absorción y emisión de la luz.

José Luis Hernández Pozos, titular del estudio, explicó que aunque las celdas solares comerciales no se hacen de silicio (porque en este caso sólo absorben 60 por ciento de la luz incidente), con los microconos diseñados en la UAM sería viable su elaboración, porque aumentaría el porcentaje de absorción.

Para la fabricación de los microconos, los especialistas crearon un método que consiste en irradiar con láser la superficie de las obleas de silicio en una cámara cerrada, en la cual se controla la atmósfera en donde se lleva a cabo la irradiación, creando estructuras con formas de conos (de 15 micras de altura).

Con este proceso, la superficie de la oblea es extremadamente rugosa, lo que provoca que con la formación de los conos y los nuevos materiales incrementan la absorción de luz a valores de entre 95 a 97 por ciento.

Gracias a los aportes de este grupo de investigadores no sólo pueden mejorarse los sensores para detectar luz, sino también es previsible crear dispositivos que la emitan, como son los diodos, que son empleados en lámparas, la nueva generación de "calaveras" de automóviles y semáforos.


4)

Noé Jitrik / La multiplicidad del dolor


Capitale de la douleur tituló Paul Éluard un libro de poemas que publicó en 1926. Es de los títulos que quedan, lo menos que puede decirse. Pero no se trata, como podría creerse, de exhalaciones ni de exaltaciones acerca del dolor sino, en realidad, del amor perdido. El dolor, entonces, sería, indirecto, por la pérdida, en su caso por alguien que el poeta había tenido, esa mujer, Gala, que se anexó a Salvador Dalí en esa misma época, pero también, a través de la alquimia de la palabra, por lo que no había tenido nunca, puesto que la palabra, se sabe, es ausencia de la cosa. Este dolor es el más fuerte, renace a cada instante, no es como el dolor físico que se olvida.

De aquí se desprenden dos hechos acerca del dolor: uno es su manifestación física, innumerable, diversa, terrible, olvidable, amenazante, insoportable; la otra su manifestación literaria, más fácilmente clasificable.

Del dolor físico poco puede decirse a causa, precisamente, de su universalidad: basta recordar, en lo individual, el que se ha sufrido; basta con mirar, en lo social, alrededor, para sentir de inmediato una suerte de invasión, algo difuso pero hiriente contra lo que hay que luchar con la sospecha siempre de que quien lucha puede ser vencido aunque la esperanza es de ganarle y hacer que se retire. Entre padecimiento y olvido transcurre la vida del dolor entre los pobres mortales. Paliativos, calmantes, compensaciones, consuelos, no son muchos los caminos para enfrentarse con esa vasta conspiración.

Pero del dolor físico se pasa sin duda al dolor literario por simple representación o, lo que es más dudoso literariamente hablando, por adjetivación que, como se sabe, es un poderoso instrumento para transformar una experiencia tremenda en una expresión feliz. Tan fuerte es esta transformación que lo que la literatura ha mostrado sobre el dolor se vuelve sobre lo físico y lo designa con mayor claridad, le presta una retórica que si por un lado supera los previsibles "ay" por el otro es el punto de partida de los interrogatorios médicos que no tienen por dónde empezar cuando se trata de determinar de qué dolor se está hablando y cómo de su descripción pueden salir datos precisos para determinar un mal. Se podría decir, triunfalmente, que también en este terreno "la realidad imita al arte".

Hay, por cierto, modos de padecer el dolor que van variando según lo que lo provoca y también según las épocas, de tal modo que, relacionando las dos cosas, se producen figuras singulares, de tal riqueza que se podría trazar una interesante historia del dolor humano a través de los tiempos, contrapuesta a una probable del placer. Por otra parte, debe haber condiciones que explican la aparición de cada una de las figuras del dolor: en sociedades en que la educación así lo aconseja o impone, el dolor es contenido, mientras que cuando se trata de lugares más populares o menos controlados o más primitivos, el grito no tarda en producirse y ser asumido como lógico y natural.

Casi dando un paso para escribir esa historia, se puede afirmar que es muy obviamente diferente el dolor que sentían los leprosos en la antigüedad que el que siente una víctima de un infarto; a Luis XIV le extrajeron la vesícula sin anestesia, qué dolor habrá sufrido, y a mí con ella pero, aun así, el que sentí en el postoperatorio tenía su identidad, era otra cosa; el que padecen los torturados es sin duda intenso, pero no es lo mismo, mayor o menor, más o menos resistido, que el que sufrían los esclavos por los latigazos que recibían; no podemos siquiera imaginar lo que siente un moribundo que yace en un hospital de un suburbio de Calcuta respecto de uno asistido en una clínica de Houston; el dolor del neurótico, por hablar de los menos físicos, originado en general por una pérdida, se distingue bastante del apremiante dolor del demente y aun del psicótico. Se dirá que para el caso da lo mismo, pero no para entender la noción de las diferentes figuras del dolor, en un mismo momento y a lo largo de la historia. Y, dicho crudamente, simplificando mucho, una cosa es el dolor del rico y otro el del pobre.

Así, pues, las formas del dolor físico son tan numerosas como los granos de arena de una inmensa playa; las del dolor literario, en cambio, son más fácilmente registrables. Ayuda el que casi toda la literatura tiene que ver con algún tipo de dolor y a veces con más de uno. Por dar dos ejemplos célebres: el pobre Job soporta sufrimientos físicos indecibles, y también morales o teológicos, cómo es posible que un Dios misericordioso lo ponga a prueba de esa manera; el pobre Cristo, en la misma tradición, padece las heridas más lancinantes de la historia y, en la cruz, le dice a ese mismo Dios, "¿por qué me has abandonado?". ¿Hay mayor colmo que esos dos tipos de dolor, el corporal y el moral? Y, sin ir más lejos, es de imaginar cómo le dolió a Edipo arrancarse los ojos. Y así siguiendo.

En la literatura, en especial la moderna, desde el Renacimiento hasta nuestros días, los dolores se padecen con recato en parte porque no es propio de héroes andarse quejando, en parte porque, al ser escritos, forzosamente son silenciosos, lo que no quiere decir que sean todos iguales o que sean manifestados o expresados de la misma manera siempre.

Dos o tres situaciones literarias puedo recordar aunque debo confesar que si no hubiera sido por la presencia en mi cuerpo de cierto dolor neurálgico en el tórax no habría pensado en este tema. Justamente, esa neuralgia, cuya cura reside en el tradicional recurso a la paciencia, me hizo evocar una escena del novelón de Eugenio Sué El judío errante: un personaje, ya no sé si principal, cae víctima de una peste, habitual a comienzos del siglo 19; la cura consiste en la aplicación simultánea de mecheros encendidos en sus costados: ¡lo que habrá sufrido ese hombre! De ahí a otra más divertida: Maxi, un personaje de la magistral Fortunata y Jacinta, de Benito Pérez Galdós, sufre de migrañas; cuando siente que una está por comenzar se toma de la cabeza y su tía le pregunta: "¿Ya sientes el clavo detrás del ojo?", expresión habitual en los jaquecosos, que yo mismo he proferido en ocasiones semejantes.

Muchas veces para tratar de entender la muerte, ciertos textos han solicitado ayuda al dolor; es el caso de La muerte de Iván Ilich, la extraordinaria nouvelle de León Tolstoi. Otros, como Dante, lo han concebido como el castigo que merecen en alguna parte aquellos que en vida han hecho mucho mal, a los partidarios del autor naturalmente. Están también los que, como el Esteban de El siglo de las luces, de Carpentier, son atacados súbitamente por dolores quemantes de los que tardan en librarse. No hay que olvidar aquellos, como el novelista de Stephen King, que después de haber sido lastimados por un accidente caen en manos de sádicos que les infligen más dolores para someterlos a sus perversos designios. ¿Y qué decir de los que, como Werther, sienten en todo el cuerpo un dolor intolerable porque han perdido al amor de su vida o el amor de su vida los ha abandonado, injustamente desde luego?

Heridas, fuego, asfixia, abandono, agresión, desajuste emocional, insatisfacción son algunos de los agentes del dolor. A tales factores se añade lo que podemos denominar el "dolor añadido", o sea las intervenciones quirúrgicas, los consejos mal dados, los errores, la falta de piedad, el desdén, la sevicia dictatorial y tantas otras aplicaciones que la sociedad ha inventado para prolongar el dolor y hacer sentir a los sufridos humanos que no son todo lo libres que desean o que imaginan ser sino que están controlados, manejados. Por sus propias debilidades ante todo, pero también porque el dolor es semejante a un conductor de electricidad que hace que los cuerpos se retuerzan y giman y, a veces, que logren sublimarlo y crear con él obras de arte, literatura y otras manifestaciones que llevan a comprenderlo así como, de paso, a comprender muchas de las cosas que nos sumen permanentemente en la perplejidad.


5)

Promueve Ebrard Reglamento en cruceros

Una brigada de voluntarios repartirá información para proteger a los peatones en 120 cruceros conflictivos



Ciudad de México.-Aunque fue para tomarse la foto, ya que entregó sólo dos copias del Reglamento Vial Metropolitano a automovilistas, Marcelo Ebrard estuvo la mañana de este miércoles en el cruce de 20 de Noviembre y Plaza de la Constitución, en el Centro.

Poco antes de las 9:00 horas, acudió con un grupo de promotores integrado por jóvenes y personas adultas, quienes estarán en 120 cruceros conflictivos de la Ciudad promoviendo el respeto al peatón y a la normatividad de Tránsito.

En entrevista, el Jefe de Gobierno indicó que el trabajo se realizará durante todos los miércoles de este mes, hasta que entre en vigor el reglamento, el 20 de julio.

A la par, indicó, la Dirección de Servicios Urbanos llevará al cabo la pinta de las líneas de peatones en los cruceros y mejorará sus condiciones físicas.

"Se trata de trabajar para disminuir los accidentes y los atropellamientos en la Ciudad", dijo Ebrard.

En cuanto a la colocación de chip de radiolocalización, que deberán portar los automóviles a partir de los modelos 2008, indicó que la norma será vigente el primer día de ese año, en referencia a que ya hay vehículos de ésos en circulación.

Ebrard también echó a andar el Programa Unidad Tormenta, que cuenta con 18 unidades para atender emergencias por inundaciones y que estarán instaladas provisionalmente en 18 sitios.

Cada una constará de camionetas con bombas sumergibles, equipos hidroneumáticos y motocicletas de respuesta rápida para atender encharcamientos.

Sobre la reforma fiscal, el Mandatario local prefirió esperar a conocer los detalles.

 

6)

Increíble

Lo encierran en auto que roba

Madrid, España.-Un ladrón que hurgaba dentro de un coche en Bilbao con el fin de robar, se encontró con la desagradable sorpresa de ver cerrarse las puertas del vehículo y quedar atrapado dentro del mismo gracias a un sistema de cierre centralizado.

AFP



1.-Una pareja se encontraba descargando su coche en una calle de la ciudad vasca. Al alejarse unos minutos y volver, la mujer vio que un individuo estaba en el auto.

2.-La mujer cerró la puerta del auto rápidamente y utilizó el control remoto para bloquear el cierre centralizado, dejando encerrado al presunto ladrón.

3.-La Policía vasca fue avisada de la captura del ratero dentro del auto que estaba bloqueado por el sistema antirrobo.

4.-Atrapado dentro del coche, el ladrón, de 27 años, vio llegar luego una patrulla de la Policía vasca, que lo detuvo tras constatar que la puerta había sido forzada y que dentro estaba todo revuelto.

 






 
 

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